Sabemos que dejar de fumar no es fácil es por eso que debes apoyarte antes tu familia , amigos que son nuestros seres queridos, ya que ellos siempre van a querer lo mejor para ti.
A continuación presentaremos 12 alternativas para logar dejar de fumar.
1.-Ten
presente que el tabaco es un hábito que produce efectos variables. En
ocasiones, te llegará a energizar. La gente fuma por mucho tiempo antes de
tener la expectativa de tener esa energía. En algún punto, podrás combinarlo
con café, alcohol y ya no funcionará, porque como ya lo habrás hecho cientos o
miles de veces, tendrás la costumbre de un fumador. A veces, fumar provoca
cierto dolor, pero aun así los fumadores no dejan de hacerlo.
2.-
Busca una determinación interna
fuerte para dejar de fumar. Considera la posibilidad de hacer una lista de los
motivos que se te ocurran para dejar de fumar para reunir esa determinación.
Los motivos específicos, actuales y a nivel emocional serán mejores que los
motivos fácticos que se basan en el futuro, por ejemplo: “Es vergonzoso entrar
al ascensor en el trabajo y oler como un cigarrillo gigante” es más motivador
que “No quiero tener cáncer cuando tenga 40, 50 o 60”.
Infórmate.
Busca en Internet y averigua la realidad detrás del mundo del cigarrillo y lo
que sucede con los fumadores en su vida. Te enterarás sobre las ganancias
económicas detrás de la industria y ciertos motivos médicos desagradables para
dejar de fumar. También infórmate sobre cualquier producto o técnica que vayas
a considerar para dejar el hábito, pues los estudios demuestran que algunos son
más efectivos que otros. La organización de salud o del consumidor de tu
localidad podría tener tablas comparativas que podrás ver.
3.-
Sé positivo y ten la confianza de saber que podrás dejar el cigarrillo. Has
dedicado tiempo y energía planificando la manera en que lidiarás con el asunto
al leer nuestros consejos. Cree que podrás hacerlo y lo harás si perseveras.
Para mantenerte enfocado y comprometido, haz uso de técnicas y premios
regulares por tus logros.
4.-
Escoge una fecha específica para dejarlo. En lugar de tratar de hacerlo cada
año en tu cumpleaños o en año nuevo, ¡prueba hacerlo un lunes! No solo el
próximo lunes, sino todos los lunes. Así tendrás 52 posibilidades en un año en
lugar de solo una y así tendrás más probabilidades de éxito.
5.-
Busca un medicamento o un médico que te ayude a dejar de fumar. La terapia de
sustitución de la nicotina será una buena opción. Los parches de nicotina
liberan un flujo constante de nicotina al torrente sanguíneo a través de la
piel, mientras que las gomas de mascar de nicotina lo hacen a través de la
cubierta de la boca. Otras terapias de sustitución de la nicotina incluyen
atomizadores o inhaladores que también sirven para emitir nicotina al
organismo. Otra alternativa será pedirle a tu doctor medicamentos con receta
médica que te ayuden a lograr tu cometido.
6.-
Sobrevive la primera semana. Haz uso de un sustituto como mentitas, semillas de
girasol, mondadientes y cafeína para que te acostumbres a no fumar. Cuando
fumabas, tu mente y cuerpo se acostumbraron al acto físico de fumar, sostener
el cigarrillo en tu mano y ponerlo en tus labios; con sustitutos inofensivos
facilitarás la transición psicológica para dejar de hacerlo.
Sal
de casa. Te recomendamos realizar actividades que te distraigan. Haz deporte,
ve al cine, camina por la playa, reúnete con amigos que no fumen para jugar,
etc.
Para
dejar de tener deseos de fumar, haz veinte flexiones o cepíllate los dientes
cada vez que tengas ganas.
Ponte
una goma elástica gruesa en tu muñeca. Cada vez que se te antoje un cigarrillo,
hala la goma y que choque en tu muñeca, la sensación de fumar se desvanecerá en
el acto.
Reemplaza
el cigarrillo tomando mucha agua, pero ten cuidado de no tomar demasiada, sino
tu vientre se embalonará durante algunas semanas. Tendrías que estar cerca de
un baño.
En
lugar de fumar un cigarrillo maloliente, opta por una mentita de bajas calorías.
7.-
Procura abstenerte de fumar por un mes. Repítete que volverás a hacerlo después
de pasado ese periodo de tiempo. Luego, cuando haya pasado, decide si realmente
quieres retomar el hábito. La respuesta deberá ser un rotundo “no”.
8.-
Si no estás muy seguro de dejar de fumar repentinamente, prueba un enfoque
distinto. ¡No te obligues a dejar el hábito! Más bien, observa tu manera
habitual de fumar durante una semana. Juega con el cigarrillo entre tus dedos y
observa su apariencia, su textura y olor. Hacerlo hará que tengas consciencia
de ti mismo pese al hábito y te ayudará cuando por fin tengas autocontrol,
porque no podrás dejar de hacer algo que no hayas interiorizado. En la mayor
parte de los casos, la persona estará consciente del acto de comprar un paquete,
encender el cigarrillo, exhalar bocanadas y apagar la colilla al final, pero no
tendrá consciencia de sus sensaciones durante el proceso. Por lo general, los
fumadores lo hacen para relajarse o disfrutar el momento para pensar sobre algo
mientras aún sienten tener el control o hacen algo con sus manos.
No
estés demasiado consciente. Toma un enfoque casual y escríbelo o recuérdalo en
tu mente. Aun mejor será imaginar todo el escenario de “cómo encenderás el
siguiente”. De esta manera, tu mente tendrá todas las secuencias necesarias
para aceptar este hábito y procesar tu respuesta en el futuro.
Debido
a este enfoque, podrías empezar a sentir el sabor agrio en tus papilas
gustativas, un olfato reducido u otra reacción posible que podría tentarte a
dejarlo.
9.-
Si recaes, levántate. No te desanimes si “recaes” y fumas mientras tratas de
dejar el cigarrillo. Perdónate y vuélvelo a intentar. La clave será no
rendirse, por más difícil que parezca.
Detecta
las horas, los lugares y las situaciones de estrés que desencadenan el impulso
a fumar. Piensa en actividades alternativas que podrás realizar.
Dile
a tus amigos y familiares que quieres dejar de fumar. Busca apoyo en tus seres
más queridos.
Cuando
sientas venir un antojo, respira lenta y profundamente hasta que el antojo
desaparezca.
10.-
Para quienes piensan que nada se compara al tiempo presente, ¿por qué no dejar
de fumar cuando se acabe el paquete? Por cada bocanada, rompe uno y tíralo en
el retrete. Haz que sea tu último paquete sin mucha ceremonia, pero procura
quedarte con uno, quizá como recuerdo.
11.-
Tira todos los cigarrillos, ya no los compres, imagina que tienes una vida
larga y luego piensa en la muerte. No salgas con tus amigos fumadores ni te
acerques a quienes lo hagan.
12.-
Dile a tus amigos y familiares que ya no quieres fumar y que no quieres ver
nada de tabaco a tu alrededor. Verás que te ayudarán.
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